Los sensores basados en el efecto termoeléctrico longitudinal estándar normalmente se diseñan utilizando varios termopares eléctricamente interconectados, que pueden medir un flujo de calor en sentido axial a través de un sustrato adecuado. Este tipo de sensores, que usan el efecto termoeléctrico estándar, son una evolución del diseño radial común de las termopilas. Trabajando conforme a un principio térmico, la región de absorción espectral de este tipo de sensores sigue siendo de banda ancha. Sin embargo, el diseño térmico de este tipo de sensores solo permite tiempos de respuesta relativamente lentos (actualmente superiores a 100 ms). Además, el diseño de varios termopares axiales a menudo implica una escasa cobertura del área activa del sensor.
Los sensores que usan el efecto de Voltaje Transversal Inducido por Láser (LITV) también transducen un gradiente térmico en una señal eléctrica. Unas finas películas de materiales adecuados depositados pueden mostrar una respuesta termoeléctrica transversal a la irradiación láser. Es decir, si hay un gradiente térmico siguiendo la dirección normal a la superficie de la película, se genera una respuesta termoeléctrica, longitudinal al plano de la superficie de la película. La adopción del efecto LITV tiene la ventaja intrínseca de mostrar una buen eficiencia de conversión de una señal térmica en un voltaje eléctrico, mientras muestra tiempos de respuesta en una escala temporal de nanosegundos. Otra ventaja de los dispositivos basados en LITV sobre los dispositivos termoeléctricos estándar es la cobertura uniforme del área activa, con respecto a un diseño basado en termopares en disposición axial.
La ventaja de los sensores que usan el efecto LITV sobre los sensores piroeléctricos y fotodiodos para la medición de la radiación láser está en la combinación de un tiempo general de respuesta rápido, absorción espectral de banda ancha, alto umbral de saturación para una irradiación láser directa y la posibilidad de medir fuentes pulsadas así como fuentes láser cw.